Que somos seres emocionales es un hecho que está más que demostrado. Nos mueven las emociones que nos provocan las demás personas, las vivencias y, a fin de cuentas, todo lo que nos rodea.
Las marcas tienen claro que, apelando a los sentimientos y a las emociones de forma directa, el consumidor se sentirá mucho más cerca de la marca e, incluso, que forma parte de ella.
“La emoción mueve el mundo… y mueve a la compra”
Un ejemplo bastante efectivo es el de imaginándonos comprando unas zapatillas para hacer deporte. Las marcas nos pueden llamar la atención de diferentes formas: mediante el diseño de las zapatillas, porque son perfectas para el deporte que vas a practicar o por el precio. Son razones bastante lógicas por las que la compra se realizaría de forma directa. Pero lo que realmente nos hace dar el paso de hacer esa compra y, posiblemente, fidelizarnos con la marca, es el hecho de imaginarnos con ellas puestas.
Aquí está la clave: hacer que los clientes se imaginen utilizando y disfrutando de sus productos.
Una de las principales claves del marketing emocional es la humanización de la marca. Utilizar una buena historia que transmita emociones y sensaciones utilizando los elementos apropiados, es éxito asegurado. Esta técnica, dentro del mundo del marketing, se denomina “storytelling”. Este sistema consiste en crear una historia que se clave en la memoria y que consiga que pensar en esa marca, transmita buenas sensaciones. Los mensajes vacíos y demasiado obvios no venden. Si una marca consigue transmitir sensaciones positivas en el cliente, la compra está más que asegurada, llegando incluso al punto de la fidelización.
“El Marketing emocional es el marketing que no se ve pero que se siente”
La televisión y las redes sociales son los principales medios para transmitir estas historias. ¿Cuántos de nosotros esperamos cada Navidad a descubrir cual será el anuncio de la lotería de este año?, ¿Cuántos anuncios de Coca-Cola tenemos grabados en la mente? La música, en este tipo de casos, también consigue sumarse a ese elemento emocional. Y completar, por consiguiente, lo que queramos transmitir.
En definitiva, conseguir que tus anuncios conecten con tu audiencia a nivel emocional consigue afianzar de una manera mucho más firme en la mente del consumidor tanto tu marca como los valores que representa. Por ello, cada vez más marcas tratan de hilar una historia que una a los consumidores y sus valores con los de la marca; para de este modo formar parte de su grupo ya que, como hablamos en el principio los seres humanos, somos seres sociales y no podemos luchar contra nuestros instintos.
