La fotografía gastronómica, un verdadero arte

En Creaas nos gustan las imágenes naturales y veraces. Por esta razón, procuramos que el contenido que creamos para nuestras marcas sea el centro de todas las miradas y, por supuesto, provoque buenas reacciones.

Que la comida entra por los ojos es una verdad irrefutable y si no, ¿a cuántos se nos ha abierto el apetito después de visualizar una simple fotografía de un plato de comida aparentemente delicioso?
Las grandes marcas de comida rápida saben bien dónde apuntar y, por eso, te “atacan” con fotografías de hamburguesas en las que parece que la lechuga acaba de ser lavada, en los momentos clave del día: antes de la hora de comer.
Pero detrás de estas fotografías y de las que llenan las RR.SS. de las marcas y restaurantes, se encuentra un verdadero trabajo profesional.

A continuación te daremos unas cuantas pautas para que triunfes a la hora de ponerte manos a la obra con la fotografía gastronómica. Todo importa. El tipo de alimento que fotografiamos, las formas y texturas de los ingredientes que lo componen, el color y combinación con la vajilla, el fondo, los detalles…

La clave de todo ello y, posiblemente el aspecto más importante de la fotografía gastronómica, es aproximarse lo máximo posible a la realidad de la imagen.
Por esta razón, una fotografía hecha con el plato recién servido siempre va a mostrar una mayor veracidad. Por ejemplo, si es un plato caliente podrás inmortalizar el humo; y si es un plato frío, capturar su frescor. Por otro lado, el trabajo postproducción, también es importante. Retocar esos fallos o imperfecciones que, a simple vista, pueden pasar inadvertidos pero que hay que tratar de disimular. Darán a tu imagen un aspecto impecable. Intenta evitar los filtros, eso restará naturalidad a la fotografía.

Todo importa. El tipo de alimento que fotografiamos, las formas y texturas de los ingredientes que lo componen, el color y combinación con la vajilla, el fondo, los detalles…

“Humaniza” tus fotografías sirviéndote de personas sujetando cubiertos, vasos o directamente sosteniendo la comida. Esto aportará realidad a la imagen y, posiblemente, el impacto que consigas sea mayor. Además, trata de disparar siempre en modo ráfaga para poder escoger la mejor fotografía.

El último consejo, y no por ello menos importante, es que no trates de encuadrar a la perfección las composiciones con la comida. No todo tiene que mantener un orden y limpieza estrictos. Por ejemplo, esparce migas por la mesa para darle un toque más realista o sírvete de un pulverizador para destacar el efecto fresco del hielo.

Como habrás podido comprobar en Creaas tenemos bastante experiencia en esto de la fotografía culinaria. Y no es para menos, podemos presumir de práctica en este campo y de poder contar con un equipo de profesionales con muy buen gusto.